Por Carlos Luján Andrade
Anthony Giddens, sociólogo británico, en la primera etapa de su pensamiento ocupó su investigación desarrollando el tema de la metodología sociológica indagando qué tanto más se puede analizar lo ya expuesto por Marx, Durheim y Weber. Es así que escribe uno de sus más representativos libros llamado “Las Nuevas Reglas del Método Sociológico”[1] publicado en 1976. En el presente artículo resumo las principales ideas desarrolladas en el primer capítulo de dicho texto.
Giddens, aborda las teorías sociológicas modernas que él considera las más representativas; remarcando que todas ellas poseen en apariencia una “desconcertante diversidad” pero que en realidad desarrollan temas comunes tales como los problemas del lenguaje y del significado en relación con la compresión interpretativa de la acción humana.
En dicha primera parte resalta la existencia de las teorías de “La Filosofía Hermenéutica”, “La Filosofía del Lenguaje Corriente” y “La Fenomenológica”, quedándose con esta última debido a que Alfred Schutz ha sido influenciado por las ideas sobre la fenomenología de Husserl. Luego, resalta el enlace entre las teorías de Schutz con Garfinkel, quién le debe a Shutz el sustento de muchos de sus postulados. También nos explica algunos alcances de Peter Winch, quien da una visión diferente a su propuesta considerando los trabajos de Wittgenstein en especial los “Philosophical Investigations”.
La fenomenología existencial: Alfred Schutz
“...puede examinarse fenomenológicamente como un proceso de tipificación, por el cuál el actor aplica esquemas interpretativos aprendidos para captar los significados de los que lo realizan. La relación social central es la del otro directamente experimentado la “relación Nosotros”, y todas las otras nociones de formas sociales aplicadas por los actores de la vida diaria deriva de esta. En cualquier encuentro cara a cara, el actor trae a relación un acervo de “conocimiento a mano” o “comprensiones del sentido común” en función de lo cual tipifica a otro, puede calcular la probable respuesta de aquél a sus acciones y sostener una comunicación con él. Se da por supuesto que el “acervo de conocimiento” de un actor "es adecuado hasta nuevo aviso”; es “una totalidad de autoevidencias” que cambian de situación en situación, y son puestas de relieve en cualquier momento por un fondo de indeterminación” [6]
Pero lo que Schutz nos dice es que este “acervo de conocimientos” son realizados en forma pragmática, es decir que no obedecen a ningún sistema; por lo que si les preguntan cuál es el criterio que uno usa para interpretar a lo otros, va a ser de difícil explicación, es así que Schutz enfoca su atención en esas “relaciones de nosotros” y considera que mediante el análisis de estas se podrá esclarecer la significación de los contemporáneos y predecesores. Y él considera esto posible ya que nos plantea que los acervos de conocimiento se constituyen y operan” dentro de ámbitos finitos de significado” o “realidades múltiples” y que es normal que los actores se desplacen dentro de tales ámbitos. Ese traslado el actor lo vive como un choque entre mundos diferentes. Es así que Schutz nos plantea una idea importante y principal: que para los miembros legos de la sociedad, sus significatividades están conectadas con las tareas diarias y las del observador sociológico son puramente cognitivas o teóricas, es ahí donde Schutz nos dice que se debe establecer un método sociológico interpretativo, que consista en establecer construcciones teóricas de “modos típicos” de cada realidad que va a ser estudiada. Para lograr que la sociología interpretativa “pueda obtener una mayor clarificación posible de lo que piensan sobre le mundo social quienes viven en él”[7].
Schutz cree que este sistema debe estar construido de tal forma en que un acto humano -realizado siguiendo estos preceptos- sea comprendido por el actor mismo y sus congéneres.
Giddens, critica en el sentido que Schutz es incapaz de reconstruir la realidad social como un mundo-objeto ya que los problemas de la fenomenología de Husserl vuelven a tener relevancia ya que el mundo social es “mi mundo” y “…es, en esencial, sólo algo que depende de la intencionalidad operante de una ego conciencia y que aún está dentro de él”[8] es así que “lo que aparentemente era una relación entre yo mismo y uno de mis predecesores era en realidad una orientación unilateral de mi parte –hacia- otro”[9]
Un problema que Giddens encuentra en la posición de Schutz está en que las “construcciones típicas” sean comprendidas por el actor mismo en función de sus propios conceptos -que este autor menciona- para elaborar una teoría científica social. Esto no es del todo claro para Giddens ya que es difícil que los conceptos sociológicos puedan traducirse a otros porque “... los intereses, y en consecuencia los criterios que guían la formulación de los conceptos sociológicos son diferentes de los que entran en las nociones cotidianas”[10] .
La “etnometodologia”
En respuesta al “existencialismo fenomenológico” que estaba plagado de complejos términos técnicos y “nebulosa ansiedad moral” surge esta filosofía de “lenguaje ordinario” asociada a John Austin que con el tiempo estuvo en declive pero algunos científicos sociales la han retomado al volver a darle atención a sus postulados que asociándolo con lo que dejó la fenomenología han dado origen a la “etnometodología”.
Ahora, la fenomenología y la filosofía del lenguaje ordinario tienen una cuestión en común, en que ambas convergen en el estudio de la vida cotidiana, el mundo del lego en oposición al mundo científico y en el no desprecio por la “actitud natural”de la fenomenología, ya que esta es “un depósito de ideas y prácticas al que hay que recurrir para refutar algunos de los mismísimos errores y extravagancias de los filósofos anteriores”[11] y de la filosofía de Austin y Wittgenstein.
Harold Garfinkel, el principal ponente de la teoría etnometodológica tuvo a los postulados de Shutz como uno de sus estímulos para desarrollar sus ideas, más aún cuando Garfinkel analiza y trata de ampliar las ideas del sociólogo austriaco sobre la naturaleza de la racionalidad en la conducta social, sobre la diferencia de la “racionalidad de la ciencia “ y la “racionalidad del sentido común” o “ actitud natural”[12] y nos dice que la “acción motivada se explica en función de los criterios del observador que pueden ser y normalmente son, muy divergentes de los utilizados por los actores mismos al orientar su conducta”. Esto trae como consecuencia que amplias áreas de la actividad social humana aparezcan como “no racionales” y que las “acciones racionales” se consideren sólo como de “significación marginal”[13]. Es así que nos explica que existen varias racionalidades que se podrán aplicar cuando se interprete la conducta social; y estas racionalidades son más relevantes para la vida diaria que para las ciencias sociales. De tal manera que los tipos de realidades importantes para las ciencias sociales no lo son para los actores legos.
La actitud del científico social es opuesta a la del actor lego en el sentido de que el segundo intenta obtener una interpretación cierta del mundo, de que sea lo que parece para que la otra persona que interactúa con él la interprete de la misma manera o en forma parecida. En cambio para el primero, las cosas no son como parecen ser y de ahí que él no esté influido por las demandas pragmáticas de la actitud natural. De esta forma, las dos actitudes nos se mezclan, sino que se contraponen, representando un problema para aplicar el modelo interpretativo weberiano de la “comprensión” de la acción social. Por eso para Garfinkel:
“no se debe pretender buscar la reproducción de la realidad social tal como lo hace la “actitud científica” sino la preocupación y estudio debe de hacerse en “cómo la “actitud natural” es interpretada como fenómeno por los actores de la vida diaria ... para Garfinkel la proposición subyacente de la etnometodología es que las actividades mediante las cuales los miembros de la sociedad producen y manejan conjuntos de cuestiones diarias organizadas son idénticas a los procedimientos de esos miembros para hacer “inexplicables” aquellos conjuntos”. [14]
El alejamiento de la fenomenología se presenta cuando nos dice que las prácticas sociales se realizan bajo la interpretación de los asuntos ordinarios, es decir que nuestras actividades son lo que nosotros interpretamos de ellas, y que lo inclina “hacia el estudio de las “acciones situadas” como formas linguísticas “públicamente” interpretadas”[15]. Este es el momento en cuando se da la relación con las teorías lingüísticas de Wittgenstein y Austin donde se plantea que “las palabras también son los hechos.”
Garfinkel al expresar sus ideas etnometodológicas, utiliza términos como la “indexalidad” y la “expresión indexal” y los usa para referirse a que un signo puede tener diversos significados. Es así que las expresiones corrientes de las personas están cargadas de semejante connotación y esas expresiones corrientes son la materia misma con que la actividad social es organizada por sus miembros como una “organización práctica”. Así Garfinkel le da al labor del científico social como de obstrucción de la descripción de la actividad social debido a que el trabajo de las metodologías sociales lo que hacen es el de liberar a los términos de esa cualidad “indexal”.
Los hablantes que son parte de esta comunicación indexal entienden y dar por sentada la comprensión del otro y hacen uso de tal comprensión para realizar cualquier actividad social.
Más allá de que ciertas ideas de Garfinkel sean de provecho para la lingüística, Giddens remarca de cuan importante pueden ser las ideas de este autor para la sociología. Garfinkel explica que solamente sus propuesta no está para formular o discutir correctivos y que aunque las ideas que el plantea pueden ser usadas para plantear nuevos métodos sociológicos no necesariamente son “suplementos” para el uso corriente, sino que son diferentes a estos. Por lo que Giddens afirma que de esta explicación determina que la teoría etnometodológica es hacer que :
“...la explicabilidad de las prácticas sociales sea explicable en sí misma, pero no “remediar” las expresiones indexales al modo de las teoría que tratan de clasificar y explicar estas prácticas a un nivel general y que la etnometodología no diferencia, para el propósito de sus estudios, entre la sociología que los miembros legos de la sociedad realizan en el curso de su vida cotidiana y la sociología que realizan los científicos sociales profesionales” [16]
Garfinkel, asegura que a pesar de su posición, él plantea que existen diferencias inconciliables de interés entre la sociología ortodoxa y la etnometodología; ya que esta última consiste [17]en que sólo se encuentra destinada al estudio de las expresiones indexales en todos sus tipos, llamada la “indiferencia etnometodológica”, aunque debido a una no clara distinción entre la lógica de la etnometodología y la sociología se presta a confusiones sobre la función de cada una de ellas.
Anthony Giddens, rescata que la etnometodología no debería ser en todo caso parte de la indiferencia, mientras exista en ella un “tipo de estudio” definido que sea importante designarlo con un término distinto. Garfinkel, dice Giddens, reúne en un solo haz, una serie de cuestiones que son lógicamente separables entre sí en donde se encuentran los problemas de la racionalidad en la acción y la comunicación, el de la relación entre los conceptos legos y los técnicos; y el de la indexalidad. Para este autor el modelo de racionalidad es necesario en la ciencia social siempre y cuando no se realice con pretensiones de manejar asuntos de la vida cotidiana. Es así que es necesario precisar que la etnometodología mantiene la idea de que la explicación de los asuntos reales no puede escapar a la interpretación de los autores y “…es que las actividades que producen las efectuaciones de la vida cotidiana son idénticas a los procedimientos de los actores para hacer inteligibles estas efectuaciones”[18]
La crítica de Giddens, proviene de que los dos tipos globales de racionalidad no son defendibles porque como plantea Garfinkel, estas racionalidades científicas son necesarias al dar una explicación de la explicabilidad de las acciones. Ya que se encuentran problemas “...debido al que si se identifica la racionalidad con la explicabilidad impide que se realice la descripción de los actos y comunicaciones por medio de un análisis de conducta motivada con el propósito, es decir, de los esfuerzos de los actores por realizar intereses definidos.”[19] Esto según Giddens, le hace creer que la exposición de Grafinkel sea de carácter “particularmente incorpóreo y vacío de los informes sobre interacciones y conversaciones que aparece en sus escritos”[20]
La filosofía Postwittgenstiniana: Peter Winch
Él plantea que las verdaderas tareas de la sociología tiene una connotación filosófica porque la acción humana es “significativa” en una forma distinta al de los eventos del mundo natural, así defiende Giddens esta posición filosófica de la sociología. Peter Winch, expone que los significados están gobernados por reglas pero que no aclara cómo se puede distinguir en cuál conducta es significativa y cuál es gobernada por reglas. Afirmándonos que no es suficiente distinguir entre quién actúa gobernado por reglas o no, ya que el hecho de que una persona obre bajo directrices no es razón para determinarlo, porque considera más importante que esta persona sepa distinguir que el modo en que lo hace es correcto o no de hacer con respecto con lo que hace. Winch, resalta la vital importancia de reconocer las diferencias entre una conducta significativa y una reglada porque esto demuestra que existen diferencias radicales entre los métodos de ciencias sociales y naturales. Haciéndonos saber que las regularidades en la conducta humana en el mundo natural y el social son distintas.
Este planteamiento de Winch indica la perspectiva en la cual el científico aborda su investigación debido a que:
“Las ciencias naturales... actúan de acuerdo a reglas; pero estas gobiernan las actividades del científico en relación con un tema dado independientemente. En el caso de las ciencias sociales, lo que estudiamos, como si mismo nuestros procedimientos para estudiarlo, son también actividades desarrolladas según reglas, pero las reglas gobernadoras de las acciones que investigamos son las que proveen nuestros criterios de identidad, no las implicadas en nuestras maneras de proceder"[21]
Winch aborda el estudio social de la conducta desde la comprensión de los actos observados, en donde el observador sólo puede hacerlo (la comprensión) en función de las reglas particulares en las cuales estos actos se basan. Como también puede usar conceptos técnicos propios pero que tiene que estar “lógicamente vinculados” a lo que es observado. Aquí hace una observación interesante en el hecho de que las “relaciones de los hombres sólo existe en las ideas y a través de ellas... puesto que las relaciones entre las ideas son internas, las relaciones sociales también deben ser una especie de relación interna”[22] lo grafica explicando un ejemplo entre una orden que se da y la obediencia a esta.
Winch plantea que no se debe intentar encontrar una explicación de una circunstancia en particular si es que no hemos comprendido el entorno de ella, y tal como lo cita Giddens, es como intentar explicar un juego con las reglas de otros; explicar un fenómeno con criterios propios cuando no podemos deducir los ajenos, es así que Winch dice que en estos casos debemos de recurrir a lo que el llama “nociones limitantes” que son presupuestas por “la misma concepción de la vida humana” estas serían el nacimiento, la muerte y las relaciones sexuales ya que están ineludiblemente relacionadas con todas las sociedades humanas conocidas. De esta manera se debe recurrir a una visión orientadora para el análisis social.
Las críticas encontradas en los planteamiento de Winch son relativas a su tratamiento de la “acción significativa” como equivalente de la conducta “gobernada por reglas” ya que en primer lugar a la noción de “regla” se le da demasiado peso para su análisis y según Winch se puede demostrar que un modo cualquiera dado de conducta es gobernado por reglas y que por lo tanto es significativo y que toda conducta siempre tiene un modo correcto o no de hacerlo. Pero en un ejemplo dado sobre si la forma de dar un paseo es incorrecto o no Winch, no encuentra una solución a esto, pero Giddens afirma que si la hay, el sistema de Winch fracasa ya que de acuerdo a determinadas circunstancias siempre hay una forma incorrecta o no de hacer el paseo. Que el término de regla es usado en forma muy “elástica” ya que no pregunta las reglas de quién, sin mencionar las normas sociales como morales. Mencionando que el autor no se ocupa de desarrollar la idea de la escala móvil que existe entre el compromiso moral o el de seguir las reglas. Otro error lo halla en el confundir el significado de la acción con su ocurrencia a que Giddens le atribuye una confusión que consiste en que hay una relación intrínseca entre un acto de dar una orden y un acto de obediencia, cuando no se debe explicar el seguir una regla identificando inteligibilidad de la obediencia. Según Giddens, el reconocimiento de este error hace fracasar el intento de Winch de “dar razones lógicas para excluir la posibilidad del análisis causal de las ciencias sociales, sobre la base de que esas acciones meramente “expresan ideas” y la relación entre las ideas es conceptual antes que causal”. [23]
Finalmente, la crítica a la posición de Winch se centra en que éste exagera las diferencias entre las ciencias sociales y naturales en cuanto a la implicación causal, a la vez no desea argumentar que el observador sociológico pueda confinar su vocabulario al que utilizan los mismos actores legos y no da una diferencia entre los conceptos legos y los técnicos. Además dice Giddens que ya los sociólogos como los antropólogos están estableciendo generalizaciones sobre sociedades diferentes basadas en similitudes que no se formulan, “puesto que se proponen establecer comparaciones que no pueden expresarse en dichos términos o explicar en primer lugar porque existen esas similitudes”[24] Lo que Winch descarta ya que el no recomienda ningún tipo de comparaciones. Y para concluir con la crítica. Giddens no está de acuerdo con el planteamiento de las “nociones limitantes”, ya que esta tesis está rodeada de restricciones, porque dice que:
“...se supone que se debe dilucidar los rasgos desconcertantes de las instituciones ajenas , pero esto no es recomendable porque las bases sobre las cuales se supone que debemos construir están en sí mismas aprisionadas dentro del propio juego de lenguaje, y que pueden presentar alguna especie de “exigencias inevitables” de la existencia del hombre en maneras que nada tienen que ver con lo que nosotros podríamos considerar, desde dentro de la forma de vida de la cultura occidental, como “universales biológicos””.[25]
La significación de las sociologías interpretativas:*
q La fenomenología de Schutz presenta una tensión no resuelta entre una fenomenología arraigada en la experiencia del ego y un punto de vista radicalmente diferente que se origina en la existencia de un mundo intersubjetivo como condición previa de la comprensión de sí mismo de parte del sujeto particular.
q Garfinkel se remite a Schutz y Wittgenstein no para establecer una explicación filosófica de la lógica de las ciencias sociales, sino para desarrollar una serie práctica de trabajos de investigación. En su obra se encuentran dos puntos destacados opuestos que no se concilian entre sí. Hay una tensión hacia un naturalismo perfectamente sincero manifestado en el afán por proveer descripciones de expresiones indexales “libres de pensamiento de remedio”. Por otro lado, se ve un reconocimiento de lo que la tradición de las Geisteswissenschaften ha hecho familiar como el círculo hermeneútico: que no es posible descripción alguna que esté libre de “interpretación” a la luz de presuposiciones.
Las tres coinciden en que todas ellas son de vital importancia para cualquier evaluación de la naturaleza del método sociológico.
[1] Giddens, Anthony. Nuevas reglas del método sociológico. Buenos Aires: Amorrortu editores, 1993.
[2] Giddens, A. Nuevas reglas del método sociológico.BsAs, Amorrorty editores,1993,pag 26.
[3] Ibid, pag 29.
[4] Ibid pag .29
[5] Ibid pag . 30
[6] Schutz, citado en ibid pag 31.
[7] Ibid pág 32.
[8] Ibid pág 32
[9] Ibid pág 32
[10] Ibid pág 33
[11] Ibid pág 33
[12] Ibid pág 33
[13] Ibid. pág 33
[14] Ibid pág 33,34
[15] Ibid pag 37
[16] Ibid pág 39
[18] Ibid pág 40
[19] Ibid pág 41
[20] Ibid pág 41
[21] Ibid pág 42
[22] Winch citado por Ibid 42
[23] Ibid pág 49
[24] Ibid pág 49
[25] Ibid pág 50
* Resúmen del autor del capitulo sobre las teorías sociológicas explicadas.