por Carlos Luján Andrade
Para nadie es una novedad que la sociedad está sufriendo cambios sustanciales en sus formas de interacción, el masivo uso de los medios de comunicación digitales transforma los usos y costumbres radicalmente en cortos intervalos de tiempo, es así que la influencia del uso de la Internet nos hace preguntarnos con más intensidad por el valor que tiene en nuestras vidas e intentificar las ventajas y desventajas que le pueden acarrear al ser humano su desmedido uso. Este fenómeno tecnológico y cultural no es nuevo, ya ha ocurrido en los siglos pasados con el desarrollo de tecnologías tales como la generación de la luz eléctrica, el telégrafo, la radio, el teléfono, el motor a vapor, el motor a diesel y la televisión.
A comienzos del siglo XXI , el uso de la Internet a mostrado consecuencias (redes virtuales, la creación de blogs, videos, la web 2.0, etc) que, producto de su masificación, ha generado el interés de la comunidad internacional para su estudio, justamente porque este medio de comunicación influye inconscientemente en los hábitos de las personas, así como en su interacción, afectando inevitablemente en la manera de organizarnos y de realizar nuestras transacciones sociales.
Es así que el acceso a estás tecnologías se presenta como un tema a tratar y la brechas sociales que existe entre una sociedad y otra, nos dan una perspectiva sobre las posibilidades de uso y explotación de estas tecnologías de información y comunicación en cada región de acuerdo a su nivel de desarrollo.
La Internet es un medio de comunicación, de interacción y de organización social, pero esta es renovada constantemente por sus mismos usuarios, las modificaciones que se hicieron y se hacen fueron producto de las constantes aplicaciones y nuevos desarrollos tecnológicos que ellos realizan. Así, podemos darnos cuenta que el crecimiento y evolución de la internet se debe en parte a quiénes la usan y cómo se usan. De ahí la preocupación por comprender las posibilidades que tiene en países como el Perú, en las que el acceso a Internet es escaso, teniendo en cuenta que al ser un país pobre, la implementación de los equipos necesarios para cubrir a toda la población sería demasiado costoso (hay que observar que si bien somos uno de los países que más usan las cabinas de internet en sudamérica, esto no demuestra la debida aplicación de todas las potencialidades de internet y más aún, tampoco nos muestra que esté debidamente bien distribuido el acceso) .
Ahora la Internet muestra un aspecto más de la diferencia entre una y otra sociedad, la llamada brecha digital, llamada también brecha social digital. Según Martin R. Hilber, este término se refiere a “la brecha entre aquellos que tienen acceso a las tecnologías digitales y aquellos que no”, Ricardo Monge y Federico Chacón del Departamento de Comunicaciones de los Estados Unidos dicen que “(mientras) algunas personas tienen las poderosas computadoras, el mejor servicio telefónico y el más rápido servicio de Internet, así como una riqueza de contenido en este servicio y una capacitación apropiada para sus vidas… otro grupo de personas… no tiene acceso a las más modernas y mejores computadoras, al más completo servicio telefónico o al más rápido o más conveniente servicio de Internet. La diferencia entre estos dos grupos de personas constituye… la brecha digital”. Ricardo Monge también se refiere que el término brecha digital “se refiere al acceso diferenciado que tienen las personas a las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs), así como las diferencias en las habilidades para usar tales herramientas, en el uso actual que les dan y en el impacto que tienen sobre el bienestar”. Estos son los conceptos que se tienen que tomar en cuenta para estudiar las implicancias del uso e influencia de las nuevas tecnologías.
Manuel Castells nos dice que más allá de las diferencias que se puedan encontrar en las posibilidades “materiales” (equipos y servicios) del acceso a Internet, es decir la conectividad técnica, es la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet.
Es sabido e indicado por Castells, que quienes no poseen Internet se encuentran en desventaja en el mercado de trabajo, porque pierden competitividad económica internacional, pero una tendencia es que las tasas de crecimiento de Internet es altísima y que la divisoria digital entre Estados Unidos y las sociedades del Tercer Mundo está dejando de ser un problema. Por eso que la preocupación principal se encuentra en cómo las sociedades del Tercer Mundo, incluido el Perú, están siendo preparadas para la incorporación de estás tecnologías de información y comunicación a sus vidas.
A fines de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución para organizar una Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la información, de las cuales la primera se realizó en Ginebra el 2003 y la segunda, en Túnez el 2006. En este foro global se abordaron temas sobre las nuevas tecnologías y cómo estas están cambiando el mundo. Así se ahondó sobre los detalles a veces obviados cuando se refiere a la “brecha digital”, ya que no sólo se presenta entre los países desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo sino entre ricos y pobres dentro del mismo país y entre distintas generaciones y géneros.
Si bien se presentaron propuestas en la Cumbre del 2003 tales como establecer un fondo para ayudar a los países en vías de desarrollo que deseen beneficiarse de estas tecnologías, la propuesta de Microsoft para conectar en cinco años a los países pobres en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, así como la propuesta del Gobierno de los Estados Unidos para conectar a los países pobres y la de un grupo de la Naciones Unidas para la Tecnología y la Información, que anunciaron un programa de educación electrónica a distancia, hasta el 2005, no se ha llegado algún acuerdo para generar los fondos que se necesitan para concretar dichas propuestas.
Estas cumbres nos demuestran que aún falta mucho para llegar a las democratización de estas tecnologías, no obstante, se tiene que considerar que la incursión de Internet en las sociedades en vías de desarrollo se está realizando, mal que bien, de manera acelerada.
Es por eso que a pesar de existir en el Perú serias deficiencias logísticas para la implementación de estas tecnologías a nivel nacional, ya debe de ser un factor de preocupación el estado educativo en el que nos encontramos para asimilar la Internet, que como lo demuestran estas Cumbres Mundiales todavía no son tomadas en cuenta el potencial de los países del Tercer mundo para el crecimiento de la Internet.
Ya estamos enterados de la deficiente educación que posee los jóvenes peruanos, el informe de la UNESCO así como los resultados dados por el Ministerio de Educación nos dan una visión trágica del nivel educativo en que nos encontramos. Estas deficiencias educativas a la larga pueden arrastrar una serie de vicios que con la incursión de la Internet pueden ser más notorios. Castells afirma, que el acceso a una computadora a Internet, no es suficiente para que el estudiante pueda aprovechar todo el potencial que esta le puede dar así como deslindar cualquier información que puede ser perjudicial para su educación. El mismo autor nos dice que la división social digital que ahora es la más importante a considerar, es la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet, ya que la Internet ofrece el conocimiento codificado pero no el conocimiento que se necesita para lo que se quiere hacer. La capacidad de aprender a aprender, de saber qué hacer con lo que se aprende, esa capacidad es socialmente desigual y ligada al origen social, familiar, al nivel cultural, al nivel de educación.
Este nuevo medio de comunicación tiene una influencia fuerte sobre sus usuarios Castells en su libro sobre la Sociedad Red afirma que “La inclusión de la mayoría de las expresiones culturales dentro del sistema de comunicación integrado, basado en la producción y distribución electrónica digitalizada y el intercambio de señales, tiene importantes consecuencias para las formas y procesos sociales. Por una parte, debilita de manera considerable el poder simbólico de los emisores tradicionales externos al sistema, qué transmiten a través de las costumbres sociales codificadas por la historia: religión, moralidad, autoridad, valores tradicionales, ideología política. No es que desaparezcan, pero debilitan a menos que se recodifiquen en el nuevo sistema, donde su poder se multiplica por la materialización electrónica de las costumbres transmitidas espiritualmente: en nuestras sociedades, los predicadores electrónicos y las redes fundamentalistas interactivas son una forma más eficaz y penetrante de adoctrinamiento que la transmisión cara a cara de una autoridad carismática y distante”.
Estos medios de información, sean la televisión o la Internet generan un cambio radical en la manera en cómo se ve lo que se rodea, es preciso afirmar que a todos no nos llega lo dado por este medio (Internet) de la misma forma, al llegar la información a cada uno, este se apropia de ella y le da el significado que esté mas acorde con su entorno cultural y social. Hemos sido testigos que un escaso bagaje cultural sumado a la influencia masiva de información es transformada en visiones distorsionadas de la realidad.
Las políticas educativas en el Perú aún no toman conciencia de los factores abstractos que implica la presencia de Internet en nuestra sociedad. Programas como el “Huascarán”, implantado por el ex presidente Alejandro Toledo, se preocupó de aspectos logísticos más no educativos. Se da más importancia al acceso a la información y no al desarrollo de la inteligencia, las erradas políticas educativas, los objetivos mal elaborados hacen que a nivel elemental la educación sea llevada de forma imprecisa y sin un rumbo claro.
La incapacidad de los jóvenes de entender lo que leen hace que las ventajas de Internet sean desperdiciadas absurdamente, porque tenemos a individuos que saben usar una computadora pero no tiene la capacidad de discernir ni aplicar la información a la que tiene acceso. En otras palabras, es hasta más peligroso que jóvenes con poca capacidad de comprensión de lectura tengan acceso a información que no van a saber asimilar adecuadamente, que otros que no teniendo acceso a ella, -parafraseando la cita de Castells líneas arriba- no pierden las formas tradicionales de transmitir costumbres sociales.
La Internet al ser desarrollada por los usuarios, hace que esta adquiera el cuerpo de las necesidades de quienes la explotan mayormente. La sociedad peruana, al verse disminuida tecnológica y educativamente, prácticamente ve desde el “exterior” la evolución de un medio que tendrá influencia mediática sobre las personas que hagan de ella su modo de vida (en la que se incluye la misma sociedad peruana).
La solución parte de comprender a cabalidad que la Internet ha dejado de ser un elemento de ocio o simplemente de uso comercial para convertirse en una forma de interacción cultural fuerte, al mando de individuos de otras sociedades más desarrolladas que dominan un conocimiento más profundo sobre las bondades y defectos de la Internet (hemos visto como autoridades caracterizadas por su conservadurismo, léase la Reina de Inglaterra o el Papa, ya utilizan estos medio de información para darse a conocer y expandir la investidura que ellos representan), y que los usuarios peruanos se encuentran todavía rezagados en el conocimiento de las capacidades máximas de este (no hay que olvidar que mayor acceso a la internet, no es directamente proporcional con el aprovechamiento adecuado de sus posibilidades de uso).
Por poner un ejemplo sobre las prioridades en la lucha por erradicar esta “brecha digital” podemos citar lo sucedido en la Cumbre de Túnez realizada este año, en ella se presentó una computadora portátil que fue denominada “la computadora para los pobres” que tendría un costo de 100 dólares y que era una “expresión de solidaridad global”. La máquina fue desarrollada por el Instituto de Tecnología de Massachussets, estás computadoras funcionan a cuerda y tiene un consumo de energía muy bajo. Inmediatamente salieron comentarios como los de Sarah Wilson de la Christian Aid que decía: “Tener tecnología está muy bien pero hay cosas más urgentes que los niños necesitan antes de tener una computadora” y “Una computadora de 100 dólares quizás sea muy útil para algunos niños o adultos, pero los más pobres más que computadoras necesitan comida, medicinas y ante todo escuelas”. Esta iniciativa es prometedora, pero como afirma Sarah Wilson, aún hay prioridades que se deben de tomar en cuenta antes de intentar acceder a tecnologías que permitan a los niños y jóvenes explotar con mayor eficacia las ventajas de la informática.
Según Nicholas Negroponte encargado del proyecto del MIT y fundador de la organización de beneficencia One laptop per Child, la educación es la prioridad de este proyecto y que estás máquinas estimularán la colaboración y el desarrollo de los estudiantes y las comunidades locales, afirmando que todos lo problemas que existe, la pobreza, la paz, el medio ambiente, se resuelven con educación o incluyen la educación. Ante esto Sarah Wilson recuerda que la realidad de muchos países es difícil, debido a la falta de maestros, infraestructura escolar y de libros.
Juan Grompone, especialista y consultor en telecomunicación e informática, en el 2003 afirma que la brecha tecnológica es salvable, que es importante que en los planes de educación (media y luego en la primaria) incorporen a las computadoras en sus estudios curriculares, además de implementar una serie de medidas para que las computadoras estén al acceso de más personas como el usar los ordenadores usados por la empresas y dárselas a las escuelas o hacer que las aulas informáticas estén al acceso de toda la comunidad en las horas que no sean usadas por los estudiantes.
Pero el principal tema aquí parte de la educación, no sólo aprender a usar las tecnologías sino a asimilar la información que ahí se da. El desarrollo del estudiante debe ser integral, la preocupación por abordar un aspecto de la “brecha digital” sirve como pretexto para enseñar a los jóvenes y porque no a los adultos, a leer o entender los medios de comunicación en general y no se debe perder la perspectiva que las posibilidades de la Internet no sólo se encuentran en poseer una computadora conectada a la red sino que esta división social digital está unida a aspectos muy profundos y latentes dentro de nuestro sistema educativo y es necesario replantearlos antes que sean demasiado tarde y seamos absorbidos por las nuevas tecnologías que imperan en el mundo, en vez que nosotros las absorbamos para satisfacer nuestras propias necesidades.
A comienzos del siglo XXI , el uso de la Internet a mostrado consecuencias (redes virtuales, la creación de blogs, videos, la web 2.0, etc) que, producto de su masificación, ha generado el interés de la comunidad internacional para su estudio, justamente porque este medio de comunicación influye inconscientemente en los hábitos de las personas, así como en su interacción, afectando inevitablemente en la manera de organizarnos y de realizar nuestras transacciones sociales.
Es así que el acceso a estás tecnologías se presenta como un tema a tratar y la brechas sociales que existe entre una sociedad y otra, nos dan una perspectiva sobre las posibilidades de uso y explotación de estas tecnologías de información y comunicación en cada región de acuerdo a su nivel de desarrollo.
La Internet es un medio de comunicación, de interacción y de organización social, pero esta es renovada constantemente por sus mismos usuarios, las modificaciones que se hicieron y se hacen fueron producto de las constantes aplicaciones y nuevos desarrollos tecnológicos que ellos realizan. Así, podemos darnos cuenta que el crecimiento y evolución de la internet se debe en parte a quiénes la usan y cómo se usan. De ahí la preocupación por comprender las posibilidades que tiene en países como el Perú, en las que el acceso a Internet es escaso, teniendo en cuenta que al ser un país pobre, la implementación de los equipos necesarios para cubrir a toda la población sería demasiado costoso (hay que observar que si bien somos uno de los países que más usan las cabinas de internet en sudamérica, esto no demuestra la debida aplicación de todas las potencialidades de internet y más aún, tampoco nos muestra que esté debidamente bien distribuido el acceso) .
Ahora la Internet muestra un aspecto más de la diferencia entre una y otra sociedad, la llamada brecha digital, llamada también brecha social digital. Según Martin R. Hilber, este término se refiere a “la brecha entre aquellos que tienen acceso a las tecnologías digitales y aquellos que no”, Ricardo Monge y Federico Chacón del Departamento de Comunicaciones de los Estados Unidos dicen que “(mientras) algunas personas tienen las poderosas computadoras, el mejor servicio telefónico y el más rápido servicio de Internet, así como una riqueza de contenido en este servicio y una capacitación apropiada para sus vidas… otro grupo de personas… no tiene acceso a las más modernas y mejores computadoras, al más completo servicio telefónico o al más rápido o más conveniente servicio de Internet. La diferencia entre estos dos grupos de personas constituye… la brecha digital”. Ricardo Monge también se refiere que el término brecha digital “se refiere al acceso diferenciado que tienen las personas a las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs), así como las diferencias en las habilidades para usar tales herramientas, en el uso actual que les dan y en el impacto que tienen sobre el bienestar”. Estos son los conceptos que se tienen que tomar en cuenta para estudiar las implicancias del uso e influencia de las nuevas tecnologías.
Manuel Castells nos dice que más allá de las diferencias que se puedan encontrar en las posibilidades “materiales” (equipos y servicios) del acceso a Internet, es decir la conectividad técnica, es la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet.
Es sabido e indicado por Castells, que quienes no poseen Internet se encuentran en desventaja en el mercado de trabajo, porque pierden competitividad económica internacional, pero una tendencia es que las tasas de crecimiento de Internet es altísima y que la divisoria digital entre Estados Unidos y las sociedades del Tercer Mundo está dejando de ser un problema. Por eso que la preocupación principal se encuentra en cómo las sociedades del Tercer Mundo, incluido el Perú, están siendo preparadas para la incorporación de estás tecnologías de información y comunicación a sus vidas.
A fines de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución para organizar una Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la información, de las cuales la primera se realizó en Ginebra el 2003 y la segunda, en Túnez el 2006. En este foro global se abordaron temas sobre las nuevas tecnologías y cómo estas están cambiando el mundo. Así se ahondó sobre los detalles a veces obviados cuando se refiere a la “brecha digital”, ya que no sólo se presenta entre los países desarrollados y los que se encuentran en vías de desarrollo sino entre ricos y pobres dentro del mismo país y entre distintas generaciones y géneros.
Si bien se presentaron propuestas en la Cumbre del 2003 tales como establecer un fondo para ayudar a los países en vías de desarrollo que deseen beneficiarse de estas tecnologías, la propuesta de Microsoft para conectar en cinco años a los países pobres en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, así como la propuesta del Gobierno de los Estados Unidos para conectar a los países pobres y la de un grupo de la Naciones Unidas para la Tecnología y la Información, que anunciaron un programa de educación electrónica a distancia, hasta el 2005, no se ha llegado algún acuerdo para generar los fondos que se necesitan para concretar dichas propuestas.
Estas cumbres nos demuestran que aún falta mucho para llegar a las democratización de estas tecnologías, no obstante, se tiene que considerar que la incursión de Internet en las sociedades en vías de desarrollo se está realizando, mal que bien, de manera acelerada.
Es por eso que a pesar de existir en el Perú serias deficiencias logísticas para la implementación de estas tecnologías a nivel nacional, ya debe de ser un factor de preocupación el estado educativo en el que nos encontramos para asimilar la Internet, que como lo demuestran estas Cumbres Mundiales todavía no son tomadas en cuenta el potencial de los países del Tercer mundo para el crecimiento de la Internet.
Ya estamos enterados de la deficiente educación que posee los jóvenes peruanos, el informe de la UNESCO así como los resultados dados por el Ministerio de Educación nos dan una visión trágica del nivel educativo en que nos encontramos. Estas deficiencias educativas a la larga pueden arrastrar una serie de vicios que con la incursión de la Internet pueden ser más notorios. Castells afirma, que el acceso a una computadora a Internet, no es suficiente para que el estudiante pueda aprovechar todo el potencial que esta le puede dar así como deslindar cualquier información que puede ser perjudicial para su educación. El mismo autor nos dice que la división social digital que ahora es la más importante a considerar, es la capacidad educativa y cultural de utilizar Internet, ya que la Internet ofrece el conocimiento codificado pero no el conocimiento que se necesita para lo que se quiere hacer. La capacidad de aprender a aprender, de saber qué hacer con lo que se aprende, esa capacidad es socialmente desigual y ligada al origen social, familiar, al nivel cultural, al nivel de educación.
Este nuevo medio de comunicación tiene una influencia fuerte sobre sus usuarios Castells en su libro sobre la Sociedad Red afirma que “La inclusión de la mayoría de las expresiones culturales dentro del sistema de comunicación integrado, basado en la producción y distribución electrónica digitalizada y el intercambio de señales, tiene importantes consecuencias para las formas y procesos sociales. Por una parte, debilita de manera considerable el poder simbólico de los emisores tradicionales externos al sistema, qué transmiten a través de las costumbres sociales codificadas por la historia: religión, moralidad, autoridad, valores tradicionales, ideología política. No es que desaparezcan, pero debilitan a menos que se recodifiquen en el nuevo sistema, donde su poder se multiplica por la materialización electrónica de las costumbres transmitidas espiritualmente: en nuestras sociedades, los predicadores electrónicos y las redes fundamentalistas interactivas son una forma más eficaz y penetrante de adoctrinamiento que la transmisión cara a cara de una autoridad carismática y distante”.
Estos medios de información, sean la televisión o la Internet generan un cambio radical en la manera en cómo se ve lo que se rodea, es preciso afirmar que a todos no nos llega lo dado por este medio (Internet) de la misma forma, al llegar la información a cada uno, este se apropia de ella y le da el significado que esté mas acorde con su entorno cultural y social. Hemos sido testigos que un escaso bagaje cultural sumado a la influencia masiva de información es transformada en visiones distorsionadas de la realidad.
Las políticas educativas en el Perú aún no toman conciencia de los factores abstractos que implica la presencia de Internet en nuestra sociedad. Programas como el “Huascarán”, implantado por el ex presidente Alejandro Toledo, se preocupó de aspectos logísticos más no educativos. Se da más importancia al acceso a la información y no al desarrollo de la inteligencia, las erradas políticas educativas, los objetivos mal elaborados hacen que a nivel elemental la educación sea llevada de forma imprecisa y sin un rumbo claro.
La incapacidad de los jóvenes de entender lo que leen hace que las ventajas de Internet sean desperdiciadas absurdamente, porque tenemos a individuos que saben usar una computadora pero no tiene la capacidad de discernir ni aplicar la información a la que tiene acceso. En otras palabras, es hasta más peligroso que jóvenes con poca capacidad de comprensión de lectura tengan acceso a información que no van a saber asimilar adecuadamente, que otros que no teniendo acceso a ella, -parafraseando la cita de Castells líneas arriba- no pierden las formas tradicionales de transmitir costumbres sociales.
La Internet al ser desarrollada por los usuarios, hace que esta adquiera el cuerpo de las necesidades de quienes la explotan mayormente. La sociedad peruana, al verse disminuida tecnológica y educativamente, prácticamente ve desde el “exterior” la evolución de un medio que tendrá influencia mediática sobre las personas que hagan de ella su modo de vida (en la que se incluye la misma sociedad peruana).
La solución parte de comprender a cabalidad que la Internet ha dejado de ser un elemento de ocio o simplemente de uso comercial para convertirse en una forma de interacción cultural fuerte, al mando de individuos de otras sociedades más desarrolladas que dominan un conocimiento más profundo sobre las bondades y defectos de la Internet (hemos visto como autoridades caracterizadas por su conservadurismo, léase la Reina de Inglaterra o el Papa, ya utilizan estos medio de información para darse a conocer y expandir la investidura que ellos representan), y que los usuarios peruanos se encuentran todavía rezagados en el conocimiento de las capacidades máximas de este (no hay que olvidar que mayor acceso a la internet, no es directamente proporcional con el aprovechamiento adecuado de sus posibilidades de uso).
Por poner un ejemplo sobre las prioridades en la lucha por erradicar esta “brecha digital” podemos citar lo sucedido en la Cumbre de Túnez realizada este año, en ella se presentó una computadora portátil que fue denominada “la computadora para los pobres” que tendría un costo de 100 dólares y que era una “expresión de solidaridad global”. La máquina fue desarrollada por el Instituto de Tecnología de Massachussets, estás computadoras funcionan a cuerda y tiene un consumo de energía muy bajo. Inmediatamente salieron comentarios como los de Sarah Wilson de la Christian Aid que decía: “Tener tecnología está muy bien pero hay cosas más urgentes que los niños necesitan antes de tener una computadora” y “Una computadora de 100 dólares quizás sea muy útil para algunos niños o adultos, pero los más pobres más que computadoras necesitan comida, medicinas y ante todo escuelas”. Esta iniciativa es prometedora, pero como afirma Sarah Wilson, aún hay prioridades que se deben de tomar en cuenta antes de intentar acceder a tecnologías que permitan a los niños y jóvenes explotar con mayor eficacia las ventajas de la informática.
Según Nicholas Negroponte encargado del proyecto del MIT y fundador de la organización de beneficencia One laptop per Child, la educación es la prioridad de este proyecto y que estás máquinas estimularán la colaboración y el desarrollo de los estudiantes y las comunidades locales, afirmando que todos lo problemas que existe, la pobreza, la paz, el medio ambiente, se resuelven con educación o incluyen la educación. Ante esto Sarah Wilson recuerda que la realidad de muchos países es difícil, debido a la falta de maestros, infraestructura escolar y de libros.
Juan Grompone, especialista y consultor en telecomunicación e informática, en el 2003 afirma que la brecha tecnológica es salvable, que es importante que en los planes de educación (media y luego en la primaria) incorporen a las computadoras en sus estudios curriculares, además de implementar una serie de medidas para que las computadoras estén al acceso de más personas como el usar los ordenadores usados por la empresas y dárselas a las escuelas o hacer que las aulas informáticas estén al acceso de toda la comunidad en las horas que no sean usadas por los estudiantes.
Pero el principal tema aquí parte de la educación, no sólo aprender a usar las tecnologías sino a asimilar la información que ahí se da. El desarrollo del estudiante debe ser integral, la preocupación por abordar un aspecto de la “brecha digital” sirve como pretexto para enseñar a los jóvenes y porque no a los adultos, a leer o entender los medios de comunicación en general y no se debe perder la perspectiva que las posibilidades de la Internet no sólo se encuentran en poseer una computadora conectada a la red sino que esta división social digital está unida a aspectos muy profundos y latentes dentro de nuestro sistema educativo y es necesario replantearlos antes que sean demasiado tarde y seamos absorbidos por las nuevas tecnologías que imperan en el mundo, en vez que nosotros las absorbamos para satisfacer nuestras propias necesidades.
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