Por Carlos Luján Andrade
El contenido de la curricula educativa impartida en las escuelas estatales es de vital importancia en los países que poseen una gran cantidad de población que depende de ella. La educación al ser pública, asume una responsabilidad valorativa con respecto a los usos y costumbres de la sociedad , es por eso que la forma cómo son expresadas estas ideas en los programas educativos tienen que ser revisados para evaluar qué tanto de prejuiciosa es con respecto a los temas de género (sin obviar al racial). Es bajo esta realidad ,que se tiene que analizar el problema de la desigualdad de género, porque en varios de los discursos de los maestros apreciamos la cultura de la dominación del varón hacia la mujer y que la escuela, al ser una fuente de valores que los individuos adquieren al inicio de su formación, ha tenido la responsabilidad de que esta realidad discriminatoria siga presente.
Muchas de las causas de este hecho han sido planteadas por teorías que identifican la diferencias de género en las políticas estatales educativas, así lo indica Nelly Stromquist*, que define al Estado como “...al principal factor explicativo o agencia mediadora entre los individuos y su nivel de escolaridad y tienen en común la premisa de que el Estado ... no es neutral y que opera principalmente para representar los intereses de aquellos que dirigen el poder económico en la sociedad”. Así se logra que sea una clase dominante la que instaura el orden social. Por otro lado, otras teorías citadas por Stromquist, afirman que el Estado es autónomo y que en él se produce una contradicción entre las relaciones desiguales como consecuencia “...de la producción capitalista y las bases democráticas del estado democrático liberal”, la autora explica que desde esta perspectiva el porqué los Estados similares en esencia, producen políticas de estado diferentes. Stromquist afirma que debido a esta autonomía estatal las clases menos poderosas se coalicionan y pueden ofrecer diferentes propuestas teóricas que nos indicaría cómo se llevan a cabo las políticas estatales sobre la educación.
Aún en sociedades democráticas persiste las diferencia de género y las políticas de Estado aún no tienen en claro lo que finalmente se debe de hacer por la educación de las mujeres, y al no existir un consenso, la autora Alisson Jaggar, citada por Nelly Stromquist, identifica algunas teorías alternativas sobre la subordinación y la opresión que las mujeres encuentran en la mayoría de sociedades. Primero tenemos al“feminismo liberal”; esta nos dice que “...el Estado responderá a las necesidades de las mujeres en la medida que ellas se identifiquen y se articulen más... y que cuando sea informado [ por los movimientos femeninos] de las desigualdades sociales y sea consciente [el Estado] de los modos de cambiar la experiencia escolar para beneficiar a las mujeres, el Estado tomará medidas significativas para poner las cosas en su lugar.” En segundo lugar, se encuentra la "teoría marxista feminista", exponiendo que el problema de la mujer en la sociedad es producto del capitalismo y la desigualdad de clases, ambos hechos ocasionan la opresión de la mujer, pero siempre y cuando “... el sistema social permanezca ligado a una forma capitalista de producción, [es así] que el Estado se conducirá con una “indiferencia benigna” respecto a las mujeres y por más que el Estado ejecute ciertas políticas contra las desigualdades sexuales, siempre lo hará dentro del modelo capitalista y cualquier medida que trastoque la estructura familiar (que es una fuerza laboral estable) no la llevará a cabo. Esta teoría propone que con un Estado que incorpore a la clase trabajadora a la sociedad, no explotarán a las mujeres así, estas podrán acceder a una mejor educación. Finalmente, "el feminismo socialista" nos plantea que existe una correspondencia entre el Estado y el poder masculino, siendo subordinada la mujer por el sistema capitalista y la ideología patriarcal, definiendo a aquellos que no son hombres como inferiores. De tal manera, el funcionamiento del Estado refleja las relaciones de poder en la sociedad. La autora, antes citada, asemeja esta teoría al marxismo feminista en donde la familia al ser la base fundamental de la opresión femenina, al Estado no le interesa alterarla ya que el acutal sistema refleja obediencia y disciplina para las futuras clases trabajadoras, pero se diferencia en que, si aún si estuviera bajo un modo socialista de producción y mantiene un estado patriarcal, el orden social de género no se logrará.
Por lo tanto, se presenta un panorama teórico en donde la mujer ocupa un lugar oprimido que limita su acceso a la educación y a la libertad de llevarlo como lo desee más conveniente paraa la búsqueda de la igualdad de género. Y esto es porque el Estado, bajo sus preceptos educativos, mantiene cierto orden jerárquico para obtener un control sobre los individuos, en que cada uno cumple su correspondiente función. El Estado legitima y vigila que este orden se cumpla con el control sobre los maestros y el tipo de conocimiento que se imparte.
Hans Weiller propone que el Estado controla los conocimientos que se dan dándole mayor status a algunos más que a otros, así el Estado otorga a las mujeres responsabilidades de menor jerarquía como las domésticas (el cuidado del hogar y los hijos) mediante la representación de mensajes (en libros de texto) que sitúan a la mujer cumpliendo labores de segundo orden.
Por otro, lado también en las escuelas no se discuten problemas controvertidos como la equidad de género, sucediendo lo que Nelly Stromquist llama “el apartamiento de la realidad” por lo que en el currículo escolar no es visto.Es por ese motivo que el examen crítico de los contenidos del currículum escolar, los textos básicos de educación y las prácticas del profesorado en la enseñanza es de mucha utilidad para detectar las formas en que la educación repercute en la subordinación y opresión hacia la mujer.
Si bien esta realidad en muchos aspectos ha sido superada en el Perú, aún encontramos una falta de conciencia al momento de aplicar reformas que le den a la mujer una real oportunidad de desarrollar sus capacidades. Para que el país asuma cierta conciencia de equidad en la educación sea en las clases sociales como en el caso del género, ha tenido que pasar diversas reformas educativas desde la primera Ley general de Educación en el año de 1850. En el siglo pasado se optó por considerar a la educación como un factor importante de desarrollo para los indígenas y la igualdad de ciudadanos, considerado como una forma capaz de integrar al país. En los años 50s y 60s la educación estaba centrada en las ciudades lo que hizo que existiera un gran problema de analfabetismo en las zonas rurales. Pero el gobierno de Fernando Belaúnde incentivó la carrera docente y dio la gratuidad de la enseñanza estatal, existiendo mucha oferta de profesores que hizo que se redujeran las horas de estudio y se crearan los turnos de mañana, tarde y noche, disminuyendo la calidad de la educación.
Durante el gobierno de General Velasco Alvarado, en los años 70s, se cambio el enfoque tradicional de ver a la educación como transmisora de conocimientos a otro que inculcaba valores sociales ya que se percataron de que estos cambian de acuerdo el tiempo. Así, la re-evaluación de las políticas educativas permitió que en el año de 1972 se realizara la reforma educativa que proponía dar una formación integral humanista, descentralizándola, sacando a la educación de las aulas para darle una importancia política y económica - social, y así lograr un cambio en la estructura económica social y cultural. Lamentablemente la falta de recursos hizo que estas innovaciones no se llevarán a cabo o se cumplieran en su totalidad. En los 80s se reestructuró el sistema educativo con la Ley general de Educación Nº 23384 de 1982, en la que se desactivo las innovaciones del setenta y se volvió al sistema antiguo de primaria, secundaria y superior no universitaria y universitaria, lo importante de esta reforma fue que permitió el ingreso de organizaciones no gubernamentales en la educación de valores, medio ambiente y revalorización de la mujer, haciendo caso a demandas de sectores menos favorecidos, en esta época fue que se planteó la educación como un proyecto global de desarrollo que se realizara a corto, mediano y largo plazo.
Por los años 90s se consideró a la educación como un factor fundamental para desarrollar las capacidades de creatividad, innovación, integración y solidaridad, todo esto para alcanzar altos grados de ciudadanía y competitividad. Desafortunadamente, debido al centralismo y la burocracia, se alentó a la expansión de la educación privada, convirtiéndose la educación en un negocio lucrativo.
La equidad de género, pese a estas reformas poco afortunadas, avanzó, lográndose que la brecha que existía entre el acceso de hombres y mujeres casi se haya cerrado en el caso de la primaria y con respecto a la educación secundaria ha disminuido notablemente. Con lo que respecta al interior del aula se ha visto reducida las ventajas tradicionales que existían entre estudiantes hombres y mujeres (como en lenguaje y matemáticas). Además se da importancia en la currícula, a que dentro de el salón de clases exista una igualdad de oportunidades enseñando en la primaria el tema de género como contenido transversal y que en la secundaria se trate los temas de género, estereotipos, discriminación y otros temas referentes como el papel de la mujer en la historia del Perú.
Estos temas a pesar que se han estado abordando en la curricula actual, se han quedado en deseos e intenciones. El diagnóstico de la Secretaría de Planificación Estratégica del Programa “Educación Para Todos”, nos precisa que el problema de la equidad de género persiste y que, por ejemplo; si bien casi no hay la brecha que existía en el acceso a la educación de las niñas de 3 a 6 años, aún hay una preferencia por darle educación a los varones entre 6 a 11 años. Además, que la equidad de género no sólo se circunscribe a lo que es el acceso, sino al trato que reciben las niñas cuando se incorporan a las aulas, ya que según este informe, a pesar de los cambios en los planes de educación, existe una mayor preferencia y liderazgo por los hombres en las escuelas públicas, la falta de educación sexual lleva a que sucedan embarazos precoces, y se les expongan a daños físicos y morales a las niñas en las escuelas de zonas marginales y rurales.
La falta de eficacia de los programas educativos que son conscientes de la necesidad de alentar la equidad de género, se produce por una falta de articulación de las políticas educativas afirma Stromquist, ya que no se han tomado en consideración las creencias, valores y la moral de los docentes respecto a los roles de género, ya que muchas veces su discurso es opuesto a la práctica, generando confusión y reforzando los estereotipos que desean ser eliminados.
Por tal motivo, una de las prioridades de los llamados Objetivos del Milenio para el 2015, en su punto tres nos dice que se promoverá la igualdad de género y la autonomía de la mujer. En la que se dará importancia la transversalización de la perspectiva de género ya que esta no está considerada dentro de las políticas públicas, para así como nos dice el informe de los Objetivos del milenio“...generar un proceso de aprendizaje social como una dimensión de la equidad social en el marco de los derechos fundamentales, con el objetivo de crear una conciencia social de la transversalización en principios y políticas públicas para lograr una sociedad más justa”.
Pero no debemos dejar que la educación sobre los temas de género sea sólo responsabilidad plena del Estado, debemos, en nuestros propios hogares, evaluar los estereotipos que aún se mantienen sobre la idea de la subordinación de la mujer y la idea de ser ciudadanas de segundo nivel y combatirlos. El objetivo familiar debe ser erradicar estos prejuicios sobre el sexo femenino que perjudican al desarrollo personal y profesional de las mujeres.
* Nelly Stromquist (Ph.D. Stanford University, USA) se desempeña desde hace varios años
como profesora titular en el programa de educación comparada en la Escuela de Educación
de la University of Southern California. Se especializa en asuntos que ligan el desarrollo
educativo y el género, los cuales ella examina desde la perspectiva de la sociología crítica
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