sábado, 2 de junio de 2018

Con Todo, Contra Todos de José Carlos Yrigoyen



CON TODO CONTRA TODOS
De José Carlos Yrigoyen


Por Carlos E. Luján Andrade

“Los peruanos estamos tan acostumbrados a los golpes, tan masoquistamente acostumbrados, que lo del fútbol ya no nos envenena la sangre. Forma parte del diagnóstico nacional. Qué nos importa si ganamos o perdemos con Uruguay, para empezar otra vez las intrincadas especulaciones con los puntos de local y visitante. ¡Váyanse al diablo, y métanle un gol de una vez por todas!, es el grito que repite la afición. Qué campeón, ni qué campeón, lo que queremos es no estar últimos en el panorama sudamericano.”

(La Balada del Gol Perdido / Abelardo Sánchez León)


En una clase de Historia me contaron que cansados de tener un pasado lleno de derrotas y fracasos, el estado peruano decidió que era momento de contar la historia del país con hechos gloriosos,  héroes y revoluciones como la francesa. Es así que se convocó a un concurso donde la mejor fábula basada en hechos reales sería tomada en cuenta para ser enseñada en los colegios. Con el pasar del tiempo, nos hemos percatado que tras tantos cuentos históricos, hay mucho de verdad como de mentira en esas narraciones, pero aún las aceptamos porque en el fondo sabemos que tener una memoria falsa es mejor que no tener ninguna. El libro Con Todo, contra Todos de José Carlos Yrigoyen hace un recuento de la historia futbolera nacional desde los 70s hasta nuestros días. Una revisión pormenorizada de los encuentros más relevantes de nuestra selección de fútbol a través de los diferentes partidos que hemos tenido en campeonatos internacionales. Un recuento que nos hace mirar atrás no sin antes lanzar un suspiro angustiante  porque mucho de lo narrado lo sabemos, sin embargo, gran parte de lo conocido ha sido edulcorado, distorsionado, segmentarizado por los años de trauma deportivo en el que el fútbol nos ha derivado. ¿A qué me refiero? Que mientras más años de frustración se iban acumulando, más se idealizaba ese pasado donde nuestra selección era imbatible, repleta de cracks y motivo de orgullo nacional. Sus jugadores eran casi héroes de gestas imposibles en el que sus defectos eran empequeñecidos o casi borrados del imaginario deportivo. Y es así que con timidez y con miedo de mirar hacia atrás con detenimiento y frialdad, idealizamos lo que fue el momento más glorioso de nuestro balompié. El temor a convertirnos en estatuas de sal si veíamos con honestidad hacia atrás, nos hacían ignorar las latentes tragedias e infortunios de nuestro deporte de bandera sufría en los momentos más grandes. Y es que el libro de Yrigoyen contribuye a desenmascarar justamente la ficción que año tras año nos han contado sobre nuestro fútbol.

Desde el capítulo dedicado a México 70 hasta el de España 82, encontramos una visión desangelada de aquellos procesos que nada tienen de consecuentes y sólidos, sino al contrario, entre las actitudes erráticas de tanto el comando técnico, dirigentes, y jugadores, se conseguían triunfos meritorios pero  muy esforzados. Así podemos entender con claridad luego de pasar por sus páginas que la mejor historia del fútbol peruano podría resumirse en la frase: “Es que a pesar de todo…” Ahora, el principal mérito del libro no está en lo contado, ya que la información descrita quizás ya es conocida por un aficionado atento de este deporte, sino en cómo se ha ido hilvanando dichos datos para generar una atmósfera de incertidumbre y desconcierto. Sensación fiel a la que hemos compartido los aficionados al fútbol peruano. La frialdad de los números de los resultados de una enciclopedia futbolera no son suficientes para describir lo que este deporte emparentado con la angustia nacional nos tiene que decir de nosotros.

La descripción de los encuentros compendiados, nos recuerdan a esas revistas o diarios deportivos que en mi caso leía a finales de los ochentas y a principios de los noventa. Y que quizás en algunos casos se perciba alguna falta de emoción en las descripciones, pero en otras reflejan lo justo de dichos encuentros y en varias, los precisos hechos sin impertinentes adornos narrativos, detalle que se agradece. Una observación aparte estaría en el partido entre Perú y Brasil de México 70, considerado uno de los mejores de la historia de los mundiales, sin embargo, Yrigoyen lo muestra con cierta frialdad e indiferencia. En este caso hay sentimientos encontrados porque si bien así es visto por la prensa internacional, no deja de ser una derrota por goleada ante el mejor Brasil de todos los tiempos. Y como sabemos, el matiz del presente libro está justamente en no ennoblecer aquello que no lo merece. Es verdad que el partido ha envejecido mal. El fútbol actual hace lento cualquier muestra de este deporte de hace quince años, algo así como la labor de Yashin ante Colombia en Chile 62 que hace poner el duda ese rótulo de ser el mejor arquero de la historia. Es así que prácticamente el balón lo dominaron los brasileros y más este encuentro se destaca por la capacidad de resistencia y reacción de la selección peruana ante una máquina futbolística impresionante como lo fue el Brasil de México 70 que por una lucha de igual a igual.

¿Y por qué exigir una visión diferente con respecto a un encuentro que ya todos pueden ver por la Internet? Por la naturaleza narrativa de Con Todo, Contra Todos, pues aquí no encontramos una sucesión de acontecimientos futbolísticos, sino una concatenación de emociones, de expectativas. El libro nos permite ubicarnos y asimilar esos hechos conocidos en la estadística futbolera en un contexto en el que tanto los medios de comunicación, la coyuntura política y social tenían mucho que ver.  Ejemplos claros están en que no se puede entender en toda su plenitud el 6-0 de Argentina en el 78 o el 4-0 de Chile en el 97 sin sus circunstancias. Así hallaremos datos pero a la vez  contexto, descripción, anécdotas y reflexiones personales del autor.

De la mano vemos esa transformación de ser un deporte que rozaba el mejor prestigio a nivel sudamericano, de ser candidatos a llegar a lo más alto del fútbol mundial a hundirnos en el más devastador inframundo pelotero, como dijo Menotti (citado en este libro) al ver a la selección peruana de los noventas era “como morirse de nada”.

Ese desvanecimiento de las esperanzas, la caída lenta y dolorosa de un deporte tan popular en este país es descrita por Yrigoyen sin aspavientos. Ahí están los marcadores, los tiempos, las alineaciones, las fechas, el contexto, la cólera. No hay otra interpretación ni opción a disfrazar lo sucedido. Esta desilusión deportiva culmina quizás con la mejor descripción que se pueda hacer de lo que quebró el espíritu futbolero de generaciones que vieron la magia de un deporte en su máxima expresión desvanecerse sin poder hacer nada para evitarlo:

“Para mis padres, mis tíos, mis vecinos, la gran masa anónima, las cosas no fueron menos difíciles. Cuando el interminable carnaval multicolor que nuestros televisores transmitían cesó abruptamente, los apagamos y tuvimos frente a nosotros la pantalla oscura que reflejaban un país horrible, degradado, bañado en sangre. Empezaba, para el Perú y su selección, una larga y angustiosa decadencia moral y material en la que estaríamos muchos años.”

Poco recuerdo del último mundial al que fuimos, lo que sí sé es que mi padre compró un televisor Telefunken technicolor digital del 14 pulgadas para ver los partidos de España 82. El aparato estuvo en la sala de mi casa por años, perdiendo su brillo, con las antenas quebradas, esperando la transmisión de nuestra selección en un nuevo mundial que nunca llegó. Con el último aliento de sus viejos transistores vimos la casi clasificación a Francia 98, luego de eso, se apagó para siempre.  Entre ese desgano vinieron las eliminatorias por Italia 90, vistas en un pequeño televisor blanco y negro ante la indiferencia familiar. Porque la década de los ochentas y noventas fueron para el olvido. En Con todo, contra todos, también vemos ese naufragio futbolístico donde se buscaron fórmulas de todo tipo para salir del empantanamiento mediocre en las décadas siguientes. Aún leer los once jugadores que son enumerados en cada encuentro durante esas dos décadas me causa escalofríos. Jugadores que arañaban la gloria en un gol para luego perderlo todo en la siguiente tarde de goleada. Esos años son contados con cierta ironía en el que lo absurdo reemplazaba la rabia e indignación de tiempos pasados. El llanto ante la derrota setentera ahora eran relevadas por las sonrisas nerviosas y los berrinches de impotencia. 

En las cuatrocientas páginas vemos los recambios, los intentos desmedidos por salir de un fracaso tras otro. Un ir y venir constante plagado de frustraciones y pocas victorias. Se movieron piezas de las formas más inverosímiles, miramos el fútbol de todas las maneras posibles estrellándonos siempre con el palo. Somos testigos en estas páginas del gran foul que nos hicimos a nosotros mismos eliminatoria tras eliminatoria. José Carlos Yrigoyen disecciona la historia reciente del fútbol peruano como un hincha analítico que también busca respuestas, y es en ese proceso que logra darnos un retrospectiva cruda, como un espíritu de las eliminatorias pasadas que nos hace sentarnos en un viejo José Díaz anticipándonos el ocaso por venir. En este libro vemos aquello que comenzamos a olvidar de tanto fracaso, porque cuando el presente se hace terrible, idealizamos el pasado con la consecuencia de creer que los errores viejos fueron aciertos incuestionables.

Los nombres de la debacle futbolística aún están frescos en la memoria y ser rememorados en las páginas de un recuento que se quiere olvidar, nos hacen saber que el fracaso está como una sombra que nos sigue incansablemente. Porque aún no ha terminado esta historia. La clasificación angustiosa a un Mundial luego de 36 años no borra todo este sufrimiento futbolero.  Las variables siguen siendo las mismas.  Varios nombres que ahora son dignos de nuevas páginas de gloria deportiva, son los mismos que años atrás renegaban de la selección, que lloraban de impotencia al borde del campo con el arco lleno de goles.

En realidad, poco ha cambiado. Aún el fútbol peruano sigue luchando contra todos y contra sí mismo. No obstante, su historia puede cambiar si una serie de hechos afortunados llegan a suceder como lo fueron los que nos llevaron a Rusia 2018. Lo que nunca nos sucedió, ahora pasó. ¿Cómo?, no lo sabemos.  La historia del fútbol es un albur. Este libro es una muestra de ello. Una pelota que no entró por escasos centímetros hizo que se escribieran decenas de páginas. Y como  Jorge Barraza finalizó su artículo sobre los pronósticos del próximo campeón mundial: “Esta grabación puede autodestruirse en cinco segundos. Sólo basta que una pelota, en lugar de entrar, pegue en el palo y salga. Eso mandará este análisis al canasto.”


Datos:

Editorial: Debate
Año: 2018
Autor: José Carlos Yrigoyen
Nacionalidad: Peruana
Titulo: Con todo, contra todos

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