El libro en papel nunca perecerá mientras existan recursos para crearlo, no lo extinguirá la tecnología digital porque esta aglutina demasiada información, tanta como la que puede soportar el lenguaje binario, lenguaje diseñado para las máquinas. Nuestro cerebro procesa lento la información y lo más adelantado que creó conforme a su naturaleza en este menester fue la imprenta. La Internet es la necesidad creada por dicho lenguaje binario (creado para calcular cantidades). Un ejemplo simple es observar nuestro teléfono celular y ver cuántas funciones usamos de este en nuestra vida diaria. Las máquinas nos sobrepasan, los libros electrónicos solucionan un problema de espacio y de uso de recursos (siempre y cuando sea masivo) pero no están a la par de los usos del hombre sino del comercio y sobre todo de la interconexión.
Hace mucho un profesor mencionaba que la Era Espacial estaba mal denominada porque esta debió llamarse la Era de la Comunicación porque la instalación de satélites facilitó la conexión entre los seres humanos. Sin embargo, ya vemos que esto está llegando a niveles poco recomendables para la vida diaria y me pregunto ¿quién necesita saber dónde está el otro todo el tiempo o qué es lo que hace? ¿Para qué me sirve esa información? ¿Es algo vital para el ser humano? Pero lo real es que todas esas necesidades que generan, por ejemplo, La Internet, más le son útiles a las bases de datos, a las máquinas que se alimentan de estas para funcionar. El cerebro del ser humano aún no ha evolucionado para aprovechar toda esa información, más aún, no la necesitamos para "funcionar". La máquina no tiene alma por eso la suple con información, el hombre tiene ese espacio que un lenguaje binario no lo puede llenar. Julio Ramón Ribeyro decía que despreciaba la erudición porque él creía que un hombre podía saber más de un autor habiendo leído un par de libros de él que otro que conocía su obra completa.
La lectura de un libro en físico otorga ese espacio que el alma humana necesita. Este fetichismo humano (el gusto por el libro en físico) no solo es una trivialidad, sino es lo que nos diferencia de las máquinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario