viernes, 29 de marzo de 2019

Elecciones y el terrorismo

¿Por qué se le tiene miedo al retorno del terrorismo? Porque todos sabemos que los problemas que lo generaron aún están latentes. El terrorismo como organización fue derrotado pero no se ha extinguido su caldo de cultivo. Han pasado casi 25 años de la captura de Abimael Guzmán y sin embargo, aún vivimos con el miedo de que el terror regrese.

En ese lapso, el país no hizo nada para que tengamos la certeza de que se ha acabado. La desigualdad social y económica sigue presente, aunque no es la misma, porque antes no se tenía trabajo, no se tenía lo último en tecnología ni se vivía en la ficción que te da la tarjeta de crédito. El país integrado a la "bonanza económica" tiene temor que el otro país, el desintegrado, le arruine sus aspiraciones económicas. Entonces, ¿qué hacer?, elegir a un gobierno populista que les regale miserias para que crean que todo anda bien, y en vez de regular el mercado para beneficio de los que aún no pueden salir de la pobreza, les regala cosas para que no reclamen. ¿Qué gobierno hizo eso? ¿No es también el partido que siempre tiene mayoría en el Congreso? Los tres gobiernos precedentes no hicieron nada, no regalaron nada y al contrario, reprimieron a los que estaban en contra de sus cambios. A quién elegirá la gente, al que te compra la conciencia o al que te mete palo cuando no estés de acuerdo con él.


A eso nos hemos limitado: la simplificación de la conciencia cívica y de la responsabilidad política.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Cómo leer una opinión de Mario Vargas Llosa

No hay duda que criticar lo que dice MVLL fuera de su discurso habitual es una constante. Es decir, cada columna es tomada como si antes no hubiera mencionado nada al respecto. Eso demuestra ignorancia y crítica subjetiva sobre todo cuando esta nace del resentimiento ideológico. Luego de leer un artículo sobre el feminismo radical(*), he visto comentarios críticos acerca de su idea de los peligros de este tipo de feminismo de personajes cercanos a la izquierda, tomando lo dicho como una postura meramente ideologizada. Es verdad que el artículo peca de exagerado, el conservadurismo de MVLL lo está llevando a ver enemigos a la libertad por todos los flancos. No importa de donde provenga esa amenaza, él siempre denunciará esa afrenta a la libertad sea de la dimensión que sea. Alguien comenta que es "irrespetuoso" que critique el feminismo solo porque amenaza a la literatura, olvidándose de todas las violaciones que las mujeres sufren por carecer de derechos. ¡Caray!, no se han olvidado que ha escrito un libro sobre una mujer que luchó contra los convencionalismos machistas que la hicieron pasar todo tipo de penurias como lo fue Flora Tristán. ¡Qué mejor forma de visibilizar su discurso al dedicarle la mitad de un libro !(la otra parte fue acerca de la vida de su nieto Paul Gauguin).

Es sorprendente que conforme transcurren los años, y con todos los libros escritos por nuestro premio Nobel, aún se caiga en tomar sus ideas de forma ligera y con poca reflexión. Soy consciente que tiene dogmas incómodos y cuestionables, y artículos controversiales como aquel donde dice que la intervención de las Malvinas por parte de Inglaterra fue para que la dictadura argentina no se consolidara en la región o donde alaba a Singapur por su sociedad desarrollada "a pesar" de sus violaciones a los derechos humanos. Y es así como posee libros menores, también tiene artículos que pueden ser considerados de esa forma.

MVLL critica el feminismo radical y no solo se queda en lo nominal, también menciona lo que este hace, sus acciones más exageradas, las que atentan contra lo que justamente el otro tipo de feminismo más inteligente hace, que es el que ha obtenido las libertades que él anhela para su sociedad. Es lógico que las feministas más radicales lo critiquen y con derecho porque para ellas ha sido escrito el reciente texto.
Un feminismo que apoye la censura en cualquier contexto es dispararse al pie. Disminuir la libertad que tanto les ha costado conseguir es morderse la cola por pura rabia.

(*) https://elpais.com/elpais/2018/03/16/opinion/1521215265_029385.html

domingo, 10 de marzo de 2019

La locura de las naciones

El último presidente peruano elegido democráticamente que no era un orate fue Belaúnde. Y eso que antes estuvo Velasco y Bermúdez. Después de eso hemos tenido a un loco megalómano, a un dictador psicópata, luego un mitómano con delirios de grandeza, para repetir con el loco. También hemos elegido a un anodino personaje potencialmente psicópata para coronar estos años de democracia con un incompetente (pero excelente lobbysta), mitómano y con una posible demencia senil.

¿Qué podemos decir de la salud mental de nuestra democracia? No olvidemos que esos líderes han sido elegidos por nosotros. Así que si realizamos un ejercicio sobre el estado mental de los ciudadanos de nuestro país, ¿a qué resultado llegaríamos? En cualquier actividad, cuando elegimos al líder que nos dirigirá en un proyecto, ¿elegimos a un loco?, ¿en verdad eso hacemos?, ¿que ha sucedido con nuestro instinto de supervivencia política?, ¿acaso no nos interesa que el país se vaya al tacho y nos da igual quién lo dirija?

La locura de las naciones puede ser producto de traumas emocionales fuertes que si no son tratados adecuadamente, se manifestarán en síntomas como la agresividad, depresión, ansiedad, negación de la realidad, etc. para finalmente terminar en el suicidio. Sí, podemos existir como país, andando y trastabillando, respirando y comiendo pero actuando sin rumbo, igual a lo que hace un loco en un manicomio.

domingo, 3 de marzo de 2019

Educación Sentimental

El malagradecimiento contamina las buenas acciones. El refrán "haz bien sin mirar a quién" pierde todo su brillo cuando uno se cruza con personas que se lo tienen aprendido no para practicarlo sino para aprovecharse de él. Las buenas acciones deben recaer en las personas que sepan apreciarlas, de tal manera que la cadena de favores tenga efectividad. Caso contrario, para el malagradecido, un favor siempre será insuficiente. Si uno le da algo, pensará que le pudimos dar más, si no le damos, nos acusará de ser mezquinos.

La vida no da tregua, así que no podemos hacer de ella un ejercicio interminable de caridad. Por eso es importante ser selectivos con quienes uno opta por ayudar y alejarnos de quienes sabemos que no aprenderán el significado del dar sin recibir nada a cambio. Cuando estuve en la universidad, me topé con un personaje que me hizo entender algunos de estos conceptos. Al ya casi finalizar un semestre, se me acerca haciendo uso de mi amistad y me pide prestado dinero para pagar la última cuota de su boleta. Y si esta no era pagada, no podría dar los exámenes finales. No recuerdo cuál fue la razón por la que me dijo que no podía pedírsela a sus padres que vivían en provincias. Me prometió y rejuró que me lo devolvería a fin de mes. No sin antes decirme que para mí era fácil ahorrar dinero porque no tenía pareja en ese entonces ya que eso siempre implicaba gasto. Como me pareció que realmente lo necesitaba y sentía lo angustiante de la situación, le presté. El resultado es el que todos suponemos. No me pagó a fin de mes, que era diciembre, se desapareció todo el verano y en el ciclo siguiente no hace mención al dinero adeudado. Como lo correteaba todo el semestre, me pagaba a puchos. Una vez me dijo que me pagaría tal fecha, pero nunca se apareció. Al encontrarlo me sale con lo siguiente: "Luján, ese día te estuve buscando, pero sabes, me gasté la plata, era el cumpleaños de mi enamorada y le compré un perfume con tu dinero. Así que te esperas hasta la próxima semana.", luego soltó una carcajada. Así estuve varios meses hasta que al final me da un último pago y dice: "ojo, ya no te debo nada." Y le respondí que no, que todavía faltaban 50 soles. Sonriendo me agarra del hombro diciendo: "no vas a hacer escándalo por 50 soles. Muy bien no pude pagarte nada." Ya se imaginarán la cantidad prestada para que diga eso. Y cansado y molesto por tanto trote le respondí que le regalaba el dinero.

Era todo un personajillo que sus índices de frescura han sido insuperables hasta la fecha. Sin embargo, también conocí a una persona de la que aprendí a ser generoso y sin pretender más que ver a los demás sentirse bien. Finalmente, ejemplos del malagredicimiento como de la gratitud hay muchos en nuestras vidas. La idea es que tengamos buen ojo para que el balance siempre esté a favor de las personas que podamos saber que pagarán a otros con las buenas acciones que les dimos.


Recuerdos de Christine


De niño hubo una película que me aterrorizó llamada "El Auto". Trataba de un Lincoln Continental endemoniado que mataba a mansalva a cualquiera que se le pusiera en su camino. Tanto fue el impacto en mí que jugaba con un carrito que atropellaba soldados y destruía a otros carritos solo por el placer de hacerlo. Este Lincoln tenía una máscara que daba la impresión de tener una expresión. Sus faros redondos y los primeros planos que les daban en la película hacían creer que el vehículo te observaba fijamente. Un sinsentido porque desde otra perspectiva se podía observar que lo hacía desde la cabina. 

En fin, el auto de la imagen no es el Lincoln, sino es un Plymouth Fury del 58, que es una representación de Christine, otro auto diabólico que poseía a sus conductores hasta asesinarlos y a cualquiera que se interpusiera en su relación con su propietario. Este se encuentra basado en un libro de Stephen King que fue hecho película por John Carpenter. Su historia también me impactó de niño, porque tenía un argumento más complejo, dándole a la máquina una personalidad obsesiva y vengativa. Su dueño era un sujeto pusilánime que termina empoderándose sobre el resto por la posesión de este aterrador vehículo. 

No negaré que en todos estos años he visto que los autos cambian a los individuos o potencian sus anhelos y temores. Y aún no deja de sorprenderme ver a sujetos aparentemente insignificantes volverse temibles al manejar una combi o un microbus. El poder del vehículo sobre los hombres es lo que siempre me ha llamado la atención y es por eso que esta miniatura de Christine, que fue la última entrega de Hollywood Cars, me evoca muchas cosas que desde hace un tiempo he pensado sobre la relación de la gente y sus autos.


El Oscar Político de 2019

Si bien se le acusa a los Oscar de elegir la política antes que cualquier otro criterio para otorgar sus principales premios, es relevante que se tome esta actitud frente a un gobierno con tufo facho como es el de Trump. Es una respuesta necesaria e importante para la lucha de los derechos que se encuentran en peligro de ser arrebatados a un gran sector social. Ya han pasado muchísimos años desde la premiación de Hattie McDaniel, la primera actriz negra en ganar un Oscar, que tuvo que esperar en otra habitación a que le dieran su premio por la discriminación imperante en ese entonces. Es así que el que se considere el idioma español y la cultura afrodescendiente para la elección de sus principales premios es más que anecdótico. Hasta la elección de un documental sobre la menstruación resulta significativo. Ahora, la responsabilidad del cine norteamericano y su Oscar comienza a ser mucho más relevante que solo para agregar cifras a las cuentas bancarias de las productoras. Los norteamericanos saben el impacto de sus industrias culturales en el mundo. Solamente EEUU aporta el 22% de ingresos que se generan a nivel mundial en este rubro y es líder mundial en ventas de películas para cine y televisión. Y si contamos la presencia de su industria musical podemos ver lo poderosa que es la visión que pueden dar al mundo los Estados Unidos desde sus industrias culturales.
Hace poco vimos que se generó una protesta masiva por la no inclusión de gente de raza negra entre los nominados al Oscar. Ante eso, la academia cambió ciertas políticas que el mismo Spike Lee reconoce que sin esa campaña él no hubiera estado entre los nominados a mejor director este año.
Es por eso que este país nos da una lección de lo valiosa y relevante que puede ser el desarrollo de las industrias culturales para lograr cambios sociales más allá de discursos políticos o campañas publicitarias. Y esto es porque son más efectivas las propuestas de cambio cuando entran con un lenguaje amable y creativo. Solamente veamos la consideración de Black Panther como mejor película. ¡Por Dios!, ¡es una película basada en un cómic!, pero el mensaje es poderoso y claro. Que una cultura avanzada comparta con el mundo su tecnología para solucionar los pesares de los más oprimidos y dejar de aislarse del resto detrás de un muro. Es evidente que dicha nominación hará que medio planeta vea esa película y tenga presente tal propuesta. Así, en varias de estas producciones veremos un contenido crítico sobre lo que se está discutiendo en todo nivel en estos tiempos. Eso también hace que las personas tengan una idea al respecto y se enriquezca el debate.
Se saluda que el Oscar entienda la importancia de su premio que va más allá de lo estético y lo formal.

El Oscar de Yalitza

Parece que lo del Oscar trae cola larga. No sé si los que critican a Yalitza en realidad vieron toda la película. La escena del nacimiento de su hijo es suficiente para saber el nivel de su actuación. Ahora, que existan otros matices en el desempeño actoral, es verdad y todavía no lo hemos visto en esta actriz, y eso se descubrirá con el tiempo. Por ejemplo, Glenn Close es una gran actriz si vemos su trayectoria. Su papel en The Wife es muy bueno, pero tuvo mejores. La ganadora también tiene un CV actoral algo desconocido, pero en La Favorita lo hizo estupendamente bien. El Oscar no es un premio a la trayectoria, sino a cómo fue su desempeño en determinada película. Ojo, y aquí Glenn Close tiene otro punto a destacar. A veces nos gusta determinada actuación gracias a la mano del director y si bien vemos que a Yalitza le ha ayudado tremendamente Cuarón, en el caso de Close, el que su película no haya sido nominada como mejor dirección ni a mejor película, ya le da bastante mérito (otro ejemplo es el de Willem Dafoe). Lo digo en limpio. Existen películas en las que el actor le hace la película al director y Close es ese tipo de actrices. Con Yalitza o con la misma Olivia Colman no estaría seguro de que puedan hacer un gran desempeño con una dirección mediocre.

Aforismo sobre la perversión

El ser humano siempre ha sido pervertido y degenerado, pero el libertinaje institucionalizado que esta sociedad desde hace un tiempo defiende, hace que la moral y la ética -antes diques de contención de toda esa perversión- sean vistas como mecanismos de represión. Antes se era más cauto para dejar salir todas nuestras abominaciones, hoy te aplauden si es que te atreves a dejarte llevar por ellas.

El bullying y la bomba de tiempo

En un momento de mi etapa escolar cambié de colegio. Estuve en uno de varones donde no aprendí más que cómo sobrevivir entre tanta agresividad. En cada recreo o refrigerio habían peleas ya pactadas de antemano generadas por cualquier altercado anterior. Si te veía alguien mal o te insultaba, podías evitar las pechadas extendiendo tu dedo meñique para que el otro también te lo diera y así quedar para darte a golpes con el compañero horas después. Sin embargo, uno se me prendió. Por alguna razón no le habrá gustado mi cara y mientras estaba sentado leyendo o no haciendo nada, venía por atrás y me golpeaba la cabeza y luego se iba riéndose. Las primeras veces me desconcertó, me preguntaba lo que le podía haber hecho para que fuera tan agresivo conmigo. Ser permisivo con esta agresividad no era tan descabellado ya que siempre imperaba la violencia. Cada vez que no había profesor en el aula, gritaban el apellido de alguno de los alumnos sentados y se le tiraban encima. Nunca había visto apanados tan brutales. Tengo la imagen de un compañero sosteniéndose con sus brazos en dos carpetas solo para tener el impulso de golpear en la espalda a la víctima de turno con los talones. Luego, todos se retiraban como buitres luego del bitute y el rostro del agredido era variado, aunque la mayoría aceptaba ese ritual y casi siempre expresaban una sonrisa resignada. Yo puedo decir que me libré por poco, hasta creo que de los más de cincuenta alumnos que habían en el aula, a mi no me apanaron nunca, aunque siempre estaba esperando que sucediera.

Con respecto al fulano que me hacía bullying, se detuvo por dos circunstancias. La primera fue que lo encaré cuando me di cuenta que yo no tenía ninguna culpa en lo que motivaba su agresividad. La segunda fue que me hice amigo de un muchacho apellidado R. Era grandote, medio lento y algo abusivo con otros. Se sentaba a mi lado y ya desde ese entonces era yo hablador, así que le contaba esas historias que les gustan a esos adolescentes de mi edad. Que había pasado tal o cual cosa con tal o cual persona, de lo que me habían contado, de lo vivido. Casi todo era mentira, pero a él le gustaba escucharlas. Él me ofreció su "protección" si es que le seguía contando esas historias. Fue divertido razonar en base a la ficción con él. Sobre todo porque creía incondicionalmente en lo que le decía.

Lo que puedo criticar del bullying es que saca lo peor de nosotros. Con respecto al adolescente que me agredía, lo que le dije cuando lo encaré fue bastante ofensivo que lo hice lagrimear al muy rosquete. Ya han pasado muchos años desde ese evento y no recuerdo haberle dicho cosas tan feas y agresivas a otra persona cómo se las dije a él. Solo una vez, cuando a otro compañero de colegio lo amenacé con "matarlo" si continuaba jodiendo. La cara con la que me vio nunca la olvidaré, hasta creo que tragó saliva.

Es por eso que nunca le vi nada divertido a la violencia escolar. La joda entre compañeros es parte de vivir la experiencia colegial, pero el ataque sistemático y a expensas del sufrimiento ajeno es enfermizo. Estamos creando seres humanos más peligrosos de los que hacen bullying. Son ollas de presión que explotarán muy lejos de los que lo llenaron de ira y que dañarán a las personas equivocadas.

La juventud y la rebelión por el orden.

Antes los jóvenes protestaban para que el sistema no los controle, ahora protestan porque lo quieren controlar. Antes querían libertad, ahora luchan por imponer su verdad a los demás. Si fueran más creativos trasladarían sus inquietudes hacia la música o la literatura aunque de ser así, qué letras de canciones o argumentos tendrían. Normalmente el joven no está enterado acerca de las razones de sus ganas de protestar, tiene demasiada energía como para detenerse a racionalizar su inconformidad.
Cuando surgen los movimientos musicales, literarios o artísticos trascendentes del siglo XX, el germen es la opresión, los límites que una sociedad reprimida impone. Los jóvenes se rebelaban ante ello porque sentían que estaban limitando su derecho a la expresión. Los bailes pecaminosos de Elvis o la estrafalaria vestimenta de los punks llevaba a que se realizaran debates televisivos o en diferentes medios de comunicación de todo el mundo, intentando detener esa ola de perversiones y odas a la violencia. Y así se ha hecho con cada cosa que los jóvenes traían de nuevo a las sociedades que se iban conformando con sus tradiciones y costumbres.
En estos tiempos, ya en la segunda década del nuevo siglo, al contrario, tienen toda la libertad de hacer lo que desean y sin embargo, protestan porque ya no existe el control de antaño, de esa misma época que oprimía a la juventud por ser espontánea y libre.
La juventud actual siente a su sociedad tan caótica que dentro de poco querrá desfiles militares, himnos y discursos fascistas. Ya vemos la popularidad de personajes políticos bravucones que quieren imponer el orden a gritos. El problema no es la búsqueda de la disciplina, sino quién la da, el joven aún no es consciente que en este anhelo de un orden, no todos mandarán, sino que también puede estar del otro lado, del que tiene que obedecer.

Es necesario, en cualquier circunstancia, que los conflictos no lleguen a niveles dramáticos...

Es necesario, en cualquier circunstancia, que los conflictos no lleguen a niveles dramáticos. Hace unas semanas, vi un documental sobre la i...