jueves, 7 de mayo de 2020

Una primera impresión ante las medidas de cuarentena por parte del gobierno (29 de marzo)

Debemos leer en entrelíneas las normas que le dan carta abierta para que los militares ejerzan la fuerza si ven a alguno que no cumple lo dispuesto por el gobierno. ¿Por qué la han modificado? ¿Era necesario hacer eso? Si evaluamos la realidad tal como está, al menos lo que se pueda analizar en estas circunstancias, parece que no. Que aún somos civiles que si bien estamos encerrados en nuestras casas por una pandemia, aún vivimos en democracia, entonces ¿para qué una medida así de extrema? Es evidente que muchos casos de violación a los derechos humanos se presentarán porque ni los ciudadanos, ni el poder mismo saben las consecuencias de permitir algo así. Ahora, ¿habrá alguna verdad que no sabemos? Qué haríamos si no tuviéramos como ejemplo a China, España o Italia sobre las consecuencias de no acatar una cuarentena o del poder del coronavirus. Quizás muchos dirían que la medida del gobierno por encerrarnos por 28 días sea exagerada. Que atenta contra nuestra libertad del trabajo y de libre circulación. Derechos constitucionales que no se deben vulnerar. Solo miraríamos nuestro ombligo porque lo demás no estaría a nuestro alcance ya que los seres humanos no podemos ver el futuro.
Así que no somos pitonisos, menos el gobierno, pero puede analizar los hechos en base a otros países y luego contrastarla con su realidad. Veamos. Italia tiene uno de los mejores servicios de salud de Europa, a pesar de eso, debido al incumplimiento de la cuarentena o no tomar las precauciones a tiempo, muchos adultos mayores están muriendo por miles porque su sistema de salubridad no se da abasto. Entonces, ¿qué diferencia hay en dejar morir a alguien con reprimir violentamente a otro para evitar que se expanda el virus?
Lo que es claro es que el gobierno le teme bastante a que el virus se le salga de control. Nuestro endeble sistema de salud colapsará y miles pueden morir. Ante nuestra falta de recursos solo les quedará a las autoridades observar cómo los peruanos fallecen ahogados sin poder hacer absolutamente nada. Quizás gente inocente que no hizo nada para contagiarse. Diferente es el caso de los infractores a la cuarentena. Ellos sí son culpables de que el virus se expanda. Entonces, ¿cómo evitar que un problema se vuelva difícil de manejar? Pues ir a la médula de este. La gente que NO cumple la cuarentena. El gobierno no nos dice que ante un problema social grave, la prioridad es el conjunto y no un individuo. Lo ha dicho pero de una forma poco clara. Cuando se privan tus derechos constitucionales eres poco menos que nada ante un colectivo. Solo eres una parte de este. Si vas en contra del grupo debes ser expectorado. Es por eso que el ejército está en las calles. No hay mejor institución que refleje esa mentalidad.
Siempre he estado en contra de que salgan los soldados a la calle. Sin embargo, las mismas personas lo han hecho posible. El gobierno sabe que en estas circunstancias no puede perder la legitimidad que el ciudadano le da. Si es necesario ir en contra de unos pocos para salvar a muchos, lo hará sin miramientos. El presidente está demostrando que no toma en cuenta los deseos de la Confiep y menos considerará las súplicas de un infractor que puede poner en riesgo la vida de todos.

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