jueves, 7 de mayo de 2020

Las hormigas en cuarentena

En esta etapa de cuarentena hay quienes no descansan como las hormigas. Cuando las veo, no tengo intención de molestarlas. Las dejo que se paseen por algunos recovecos de mi cocina. Me advierten cuando hay un lugar que necesite pasarle la esponja. Pero intento no hacerles nada. Solo golpeo la superficie que está alrededor de ellas para avisarles que se tienen que retirar. En otras ocasiones solo las observo. Varias veces las he visto formando un círculo perfecto como si estuvieran conferenciando en la ONU. Otras veces están en línea cargando trocitos de azúcar o desmenuzando alguna croqueta de perro que cayó en un rincón. Normalmente van de un lugar a otro. De ahí la frase de "trabajar como hormiga", sin embargo, ahora que las he observado más, en escasas oportunidades las he visto quietas en completo desorden. En una ocasión me acerqué porque pensé que estaban muertas. Al verlas con detenimiento, me percato que estaban comiendo lo que habían encontrado. Ellas estaban sacando su tajada antes de llevarla a la madriguera. Quizás sean como los funcionarios públicos, que antes de hacer el bien común se llevan su partecita.
Ahí las dejo para que se jamoneen un rato. Total, las hormigas también tienen derecho a ser un poco corruptas. Trabajan bastante. 

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